jueves, 20 de junio de 2013

Síndrome de Cotard

Fue descrito por Jules Cotard, un neurólogo francés, en 1880. La primera paciente fue una mujer de 43 años que decía no tener “ni cerebro, ni entrañas, ni tórax, ni entrañas, tan solo piel y huesos”.  Cotard concluyó que este trastorno era una variante de un estado depresivo exagerado mezclado con una melancolía ansiosa. Tras su descubrimiento, muchos médicos se referían a él como el “delirio de Cotard”.

También llamado delirio de negación o delirio nihilista, es una enfermedad mental relacionada con la hipocondría, es decir, que el paciente cree de forma infundada que padece alguna enfermedad grave. 

En el caso del síndrome de Cotard, el paciente directamente cree haber fallecido o que sus órganos están en proceso de putrefacción o directamente que no existe. Normalmente todo lleva al pensamiento de que es inmortal. 

Esta enfermedad se mezcla con otras alucinaciones, como por ejemplo las olfativas, donde el paciente puede oler su propia putrefacción, corroborando así su propio delirio. Uno de los casos más famosos de Cotard describe a una mujer que estaba convencida de haber muerto e insistía en vestir un sudario e instalarse en un ataúd. Pidió insistentemente ser enterrada pero sus familiares se negaron. Falleció algunas semanas después.


En sus formas más complejas el paciente llega a defender la idea de que en realidad él mismo está muerto e incluso que han fallecido personas allegadas a él. Junto con esta creencia de muerte el paciente mantiene una idea de inmortalidad, como si se hubiera convertido en un "alma en pena". Aunque es un delirio típico de las depresiones más graves (psicóticas o delirantes) se puede ver en otras enfermedades mentales severas (demencia con síntomas psicóticos, esquizofrenia, psicosis, debidas a enfermedades médicas o a tóxicos).

No se sabe cómo se inicia y parece que hay dos niveles distintos, en uno afectaría más a la imagen corporal, el cuerpo está muerto, en otro a la imagen espiritual, el paciente ha perdido su alma. No es solo una rareza, es algo que nos abre una puerta a algunos de los temas más importantes de la Neurociencia. ¿Por qué sabes que estás vivo? La primera respuesta es mirarnos en un espejo o intentar vernos como nos ven los demás, desde fuera. Movemos una mano porque si podemos hacerlo –explicamos- es porque estamos vivos. Pero esa información solo llega por nuestra consciencia, por la información que nuestro cerebro recoge del exterior y el interior y si esa integración de información, pensamientos, memoria fallase, quizá no sabríamos si estamos vivos o muertos. Cuando hablas tomando un café sobre estas “historias” te preguntan cosas sobre si esas personas llegan a casarse, si piensan que tienen una tumba, si van a visitarla, si se nace con este síndrome,… Al mismo tiempo es interesante cómo nos afecta a los que estamos sanos y nuestra incomodidad al pensar cómo demostrar que es verdad, que no sufrimos una ilusión, que realmente estamos vivos. La consciencia de los humanos es una de nuestras capacidades más misteriosas. No sabemos dónde reside, no sabemos cómo funciona, peo sabemos que es la única explicación de que sepamos que “yo soy yo”. Y estoy vivo. 

Katherine Agudelo

Tentación y Voluntad

La fuerza de voluntad es la capacidad para resistir la gratificación inmediata (o la tentación de tener algo que deseas ahora mismo y no después) para poder alcanzar un objetivo más a largo plazo. Implica una capacidad de autocontrol y es algo que puede aprenderse y mejorarse.

Algo más del 90% de las personas suelen proponerse alguna meta de año nuevo porque desean hacer algún cambio en su comportamiento, como dejar un hábito, perder peso o acudir al gimnasio de manera regular. Sin embargo, la falta de fuerza de voluntad suele ser la responsable de que una gran mayoría abandone sus objetivos poco después de empezar.

Algunas personas tienen más facilidad que otras para resistir la tentación, debido a que tienen una mayor capacidad de autocontrol. Sin embargo, resistir la tentación requiere una gran cantidad de energía mental y esfuerzo, de manera que muchas personas simplemente se cansan y abandonan.

Puedes fortalecer tu fuerza de voluntad del mismo modo que fortalecerías cualquier músculo: entrenándote. Así, cuanto más ejerzas tu autocontrol más irá creciendo tu fuerza de voluntad. De hecho, practicar el autocontrol en cualquier cosa, te ayudará a tener más autocontrol en todo lo demás. Puedes proponerte practicar un poco cada día con cosas que haces habitualmente. Por ejemplo, si compruebas tu correo electrónico o los SMS en tu teléfono móvil con bastante frecuencia, puedes practicar tu autocontrol posponiendo la comprobación de dichos mensajes. O bien haz cosas al revés de cómo las haces habitualmente, como escribir con la otra mano. Pero ten cuidado de no pasarte. Practica en pequeñas dosis porque tus reservas de autocontrol pueden agotarse.

María Alejandra Montero

Telequinesia

La telequinesis, telequinesia o psicoquinesia se define como la capacidad para mover objetos o modificarlos utilizando la energía de la mente sin entrar en contacto físico en momento alguno.

Al parecer, la energía liberada y que causa el movimiento de objetos es la misma que se manifiesta durante los fenómenos telepáticos y, en general, parapsicológicos. Expertos definen a esa energía como un fluido psíquico en actividad capaz de afectar a la materia.

"Energía biótica y energía son otros términos para definir la fuerza que emana del cuerpo de la persona dotada de esa facultad y que forma un campo electromagnético provisto de numerosas características, incluso la de levitar o elevar en el aire a personas distintas al emisor". Algunos expertos señalan que no se necesita ser un iluminado mental para desarrollar esta habilidad sino que con práctica cualquier persona que utilice el 10% o 15% de su poder mental puede ejercitarse en este fenómeno.


Quizás uno de los casos más impresionantes del uso de la telequinesis es el de Nina Kulagina, bajo la atenta vigilancia de físicos, médicos y periodistas, Kulagina -con su cabeza llena de electrodos para controlar las ondas cerebrales- fue capaz de realizar increíbles fenómenos de psicoquinesia tras unos minutos de concentración. Desde mover y levitar objetos introducidos en una campana de cristal, hasta hacer girar a gran velocidad la aguja de una brújula, provocar quemazón en el cuello de un voluntario o interrumpir los latidos de corazón de una rana. Sus aciertos ESP también fueron sorprendentes. Tras las agotadoras pruebas, a las que siempre se sometió sin oponerse lo más mínimo, su fatiga era bien palpable. Su corazón alcanzaba nada menos que 240 pulsaciones por minuto y llegaba a perder hasta dos kilos de peso por sesión, además de apreciarse cambios en el campo electrostático cercano a su cuerpo. Mantuvo sus facultades psi hasta su muerte, acaecida en abril de 1990. Sin la menor duda, Nina Kulagina ha sido la sensitiva más estudiada de todos los tiempos (por 40 científicos, entre ellos dos premios Nobel) y la que ha obtenido mejores resultados al verificarse científicamente sus poderes.

María Gabriela Ramírez

Relaciones Sexuales en la Adolescencia

La identidad sexual permite que las personas puedan sentirse, reconocerse y actuar como hombres o mujeres. También aclara las ideas, sentimientos y significados que se tienen con respecto al propio sexo y al sexo contrario. La identidad sexual nos permite diferenciarnos como hombres o como mujeres.

La sexualidad se encuentra presente durante toda la existencia humana, pero en la adolescencia se vive y manifiesta de manera un poco diferente a como se expresa en otras etapas de la vida.

En este período surgen sensaciones e impulsos de tipo sexual que se encuentran relacionados con los cambios biológicos que enfrentan todas y todos las adolescentes. Los cambios hormonales provocan que se tengan deseos y fantasías eróticas, que se quiera sentir placer físico a través del propio cuerpo y del cuerpo de otros.

La forma de vivir estos cambios y procesos tiene que ver con características personales y sociales, así como con las reacciones y demandas del entorno. Resulta común que, en los primeros años de la adolescencia, los jóvenes se aíslen, prefiriendo pasar más tiempo a solas consigo mismos.


En la mitad de la adolescencia se vuelven más comunes las relaciones de noviazgo, que son cortas pero muy románticas e intensas. Más adelante, se vuelven más duraderas y estables, caracterizadas por una mayor preocupación por lo que siente y desea la pareja. También surge la preocupación por decidir si se tienen relaciones sexuales.

Alexandra García

Alzheimer

El Alzheimer es una enfermedad cerebral que causa problemas con la memoria, la forma de pensar y el carácter o la manera de comportarse. Esta enfermedad no es una forma normal del envejecimiento.

El Alzheimer es la forma más común de la demencia. Demencia es un término general para describir la pérdida de memoria y de otras habilidades intelectuales y es tan severa que interfiere con la vida cotidiana del individuo. El Alzheimer representa del 60 al 80 por ciento de los casos de la demencia.

Hoy en día, se estima que 5,4 millones de personas en los Estados Unidos tienen la enfermedad de Alzheimer. En el año 2050, el número de personas en los Estados Unidos con la enfermedad puede alcanzar a los 11-16 millones.

Debido a que un 70 por ciento de aquellas personas que padecen del Alzheimer viven en sus hogares, el impacto de esta enfermedad se extiende a millones de familiares, amigos y cuidadores.

El Alzheimer empeora al pasar el tiempo y es fatal. Aunque existen muchos síntomas, la mayoría de las personas experimentan pérdida de memoria severa que afecta las actividades diarias y la habilidad de gozar pasatiempos que la persona disfrutaba anteriormente.

Otros síntomas son confusión, desorientación en lugares conocidos, colocación de objetos fuera de lugar, y problemas con el habla y/o la escritura.

María Alejandra Montero

Bulimia

Las personas que padecen bulimia son incapaces de dominar los impulsos que les llevan a comer, pero el sentimiento de culpa y vergüenza tras ingerir muchos alimentos les lleva a una purga (vómitos auto inducidos o empleo de laxantes o diuréticos o ambos), regímenes rigurosos o ejercicio excesivo para contrarrestar los efectos de las abundantes comidas.

Los bulímicos tienen cerca de 15 episodios de atracones y vómitos por semana y, en general, su peso es normal, por lo que resulta difícil detectar la enfermedad. En un solo atracón pueden llegar a consumir de 10.000 a 40.000 calorías.

En el origen de esta enfermedad intervienen factores biológicos, psicológicos y sociales que desvirtúan la visión que el enfermo tiene de sí mismo y responden a un gran temor a engordar. El enfermo de bulimia siempre se ve gordo, aun cuando su peso es normal, pero no puede reprimir sus ansias de comer. Generalmente la bulimia se manifiesta tras haber realizado numerosas dietas dañinas sin control médico. La limitación de los alimentos impuesta por el propio enfermo le lleva a un fuerte estado de ansiedad y a la necesidad patológica de ingerir grandes cantidades de alimentos.

Las dos aproximaciones al tratamiento son la psicoterapia y los fármacos. Es mejor que la psicoterapia la realice un terapeuta con experiencia en alteraciones del apetito, pudiendo resultar muy eficaz. Un fármaco antidepresivo a menudo puede ayudar a controlar la bulimia nerviosa, incluso cuando la persona no parece deprimida, pero el trastorno puede reaparecer al interrumpirse la administración del fármaco.

La curación de la bulimia se alcanza en el 40 por ciento de los casos, si bien es una enfermedad intermitente, esta tiende a desarrollarse dañinamente. La mortalidad en esta enfermedad supera a la de la anorexia debido a las complicaciones derivadas de los vómitos y el uso de purgativos.

Katherine Agudelo

Emociones

Las emociones tienen una gran importancia y utilidad en nuestras vidas, puesto que nos ayudan a responder a lo que nos sucede y a tomar decisiones, mejoran el recuerdo de sucesos importantes y facilitan nuestras relaciones con los demás. No obstante, también pueden hacernos daño cuando suceden en el momento inapropiado o con la intensidad inapropiada.

Las emociones poseen también una cualidad imperativa, que significa que pueden interrumpir lo que estamos haciendo y surgir en nuestra conciencia lo queramos o no.
Estas situaciones psicológicamente relevantes que desencadenan las emociones pueden ser internas o externas. Por ejemplo, un recuerdo de un suceso agradable sería una situación interna que desencadenaría una emoción positiva.

Cuando sentimos una emoción solemos responder a ella, y esta respuesta hace que cambie la situación, lo que a su vez puede dar lugar a otra emoción y otra respuesta. Una discusión entre dos personas puede ser un buen ejemplo de esto: la emoción negativa que sientes cuando alguien te hace un reproche te lleva a responder diciéndole algo que hace que esa persona sienta ira y responda de un modo que genera en ti desprecio y otra respuesta negativa, y así sucesivamente.

Las emociones se distinguen también de otros impulsos motivacionales como el hambre, la sed o el dolor. La diferencia es que las emociones se despliegan con una mayor flexibilidad y tienen un rango mucho más amplio de objetivos (el hambre está relacionado casi exclusivamente con la falta y necesidad de comida, mientras que la ira, por ejemplo, puede estar relacionada con una gran variedad de situaciones diferentes).

María Gabriela Ramírez
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