La hipocresía es la actitud constante o esporádica de fingir creencias, opiniones, virtudes, sentimientos, cualidades, o estándares que no se tienen o no se siguen. La persona hipócrita finge cualidades o
sentimientos contrarios a los que verdaderamente tiene o experimenta. La
hipocresía en si es un tipo de mentira o
pantalla de reputación.
La hipocresía puede venir del deseo de
esconder de los demás motivos reales, o sentimientos. La hipocresía no es
simplemente la inconsistencia entre aquello que se defiende y aquello que se
hace.
En psicología,
el comportamiento hipócrita se relaciona al error fundamental de atribución: los
individuos tienden a explicar sus accionares por su ambiente, pero atribuyen
las acciones de otros con "características innatas", lo que conlleva
a un juicio sobre los otros mientras se justifican propias acciones.
Muchas personas fallan en reconocer que tienen
imperfecciones que condenan en el resto. Según la psicología Freudiana a
este comportamiento se le conoce como proyección psicológica. Este es más un autoengaño que
un engaño deliberado al resto de las personas. En otras palabras, la
"hipocresía psicológica" es a menudo interpretada por psicólogos como
un mecanismo inconsciente de defensa, y no un acto de engaño consciente, tal y
como es la connotación clásica de la hipocresía. La gente entiende vicios con los
cuales se enfrentan o se enfrentaron en un pasado. Los esfuerzos para que el
resto supere estos vicios pueden ser sinceros. También puede haber un elemento
de la hipocresía si los actores no se admiten a sí mismos o a otros que han
tenido o tienen estos vicios.
La hipocresía ha sido descrita, junto con la
falta de honestidad, como una característica que atrae particular oprobio en la
edad moderna. Muchos sistemas de creencias condenan los comportamientos
relacionados a la hipocresía.
Alexandra García.
Ustedes me sorprenden con este estudio... felicidades
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