La fuerza de voluntad es la capacidad para
resistir la gratificación inmediata (o la tentación de tener algo que deseas
ahora mismo y no después) para poder alcanzar un objetivo más a largo plazo.
Implica una capacidad de autocontrol y es algo que puede aprenderse y
mejorarse.
Algo más del 90% de las personas suelen
proponerse alguna meta de año nuevo porque desean hacer algún cambio en su
comportamiento, como dejar un hábito, perder
peso o acudir al gimnasio de manera regular. Sin embargo, la falta de
fuerza de voluntad suele ser la responsable de que una gran mayoría abandone
sus objetivos poco después de empezar.
Algunas personas tienen más facilidad que
otras para resistir la tentación, debido a que tienen una mayor capacidad de
autocontrol. Sin embargo, resistir la tentación requiere una gran cantidad de
energía mental y esfuerzo, de manera que muchas personas simplemente se cansan
y abandonan.
Puedes fortalecer tu fuerza de voluntad del
mismo modo que fortalecerías cualquier músculo: entrenándote. Así, cuanto más
ejerzas tu autocontrol más irá creciendo tu fuerza de voluntad. De hecho,
practicar el autocontrol en cualquier cosa, te ayudará a tener más autocontrol
en todo lo demás. Puedes proponerte practicar un poco cada día con cosas que
haces habitualmente. Por ejemplo, si compruebas tu correo electrónico o los SMS
en tu teléfono móvil con bastante frecuencia, puedes practicar tu autocontrol
posponiendo la comprobación de dichos mensajes. O bien haz cosas al revés de
cómo las haces habitualmente, como escribir con la otra mano. Pero ten cuidado
de no pasarte. Practica en pequeñas dosis porque tus reservas de autocontrol
pueden agotarse.
María Alejandra Montero
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